viernes, 29 de octubre de 2010

Frases que me repatean los cojones 5

Hoy:

"La prostitución va contra la dignidad de las mujeres y debería estar prohibida."


Ante esto, tengo varias preguntas.

-¿Es más digno limpiar mierda de retretes a 4 euros la hora que comer pollas a 100? Tal vez lo sea, pero ¿cuántas feministas elegirían la primera opción? Yo desde luego no.

-¿Tiene el derecho el estado a prohibirme explotar mi cuerpo a cambio de dinero? ¿No es precisamente esto lo que hacen presentadoras de televisión, cantantes, actrices, etc. muchas de ellas menores? 


 -Obviamente la trata de blancas es lamentable, así como el proxenetismo, pero la solución al problema ¿realmente pasa por mirar hacia otro lado y tomar micromedidas absurdas como cerrar algunas calles? Para el que no lo sepa me refiero a la genial idea de Gallardón de cerrar el acceso al Paseo de Rosales y a parte de la Casa de Campo en Madrid. Al final lo único que se consigue es dar un poco más de intimidad a los que se están yendo de putas.

-¿No es precisamente el vacío legal (o en su caso la prohibición) lo que garantiza la vulnerabilidad de las prostitutas a los abusos de las mafias? Para evitar estos abusos y garantizarles unas condiciones de vida más dignas, ¿lo suyo no sería legalizar y regular, en lugar de predicar e ignorar?

-¿Quién coño en su sano juicio puede creer que prohibiendo la prostitución se va a acabar con ella? La demanda y la oferta han estado y estarán ahí siempre, por mucho político moralista-putero hipócrita y por mucha feminista proveniente del puto mundo de la piruleta que pretendan negarlo.

En el Economist hay un debate interesante sobre el tema.

Frases que me repatean los cojones 1, 2, 3, 4

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Y además, ¿qué pasa con la prostitución masculina?

Justine dijo...

Al hilo:
http://www.ideal.es/granada/v/20101030/sociedad/sueno-asta-20101030.html

phineas dijo...

a mi me repatea tambien bastante, ademas despues de haber visto a varios mineros/molineros/carpinteros con los pulmones como queso de gruyere gracias a su "digno" trabajo me parece que comer pollas es un oficio como otro cualquiera.