Ahora que está empezando Roland Garros, recordemos uno de los golpes más memorables de la historia del torneo y del tenis en general. Hace 20 años. se enfrentaban en cuarta ronda el número uno mundial Ivan Lendl (para poneros en contexto, el puto amo del momento) contra un americano de 17 años llamado Michael Chang (conocido por aquel entonces principalmente en su casa californiana a la hora de comer). Los dos primeros sets los ganó Lendl 6-4 6-4. Cuando volvió a romper el servicio de Chang al principio del tercer set, parecía que el americano ya podía ir haciendo las maletas.
Chang sin embargo no parecía tener muchas ganas de volverse a casa. Ganó el tercer set 6-3. Aun así, cuando le empezaron a dar calambres en el cuarto set, parecía que sus aventuras parisinas se iban acabando. Entonces decidió ponerse a jugar con globos para quitarle ritmo al partido. De esta manera consiguió poner nervioso al número uno que cedió el cuarto set 6-3. En el quinto set llegó el golpe mítico. El chaval de 17 años tuvo los inmensos cojones de hacer un saque por debajo del hombro. Lendl lo flipó tanto que acabó perdiendo el punto.
A pesar de sus problemas físicos, Chang consiguió ponerse 5-3 e incluso obtener un punto de partido al resto. En ese momento, a Chang no se le ocurrió otra cosa que ponerse a restar pegado al cuadro de servicio (básicamente un suicidio, porque tan cerca es imposible ver dónde bota el saque del contrario). Lendl, completamente fuera de quicio, hizo doble falta y perdió el partido. Chang acabaría ganando el torneo, convirtiéndose en el ganador más joven de un Grand Slam de la historia.
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