sábado, 15 de mayo de 2010

Quiero pensar con más estupidez

Me apetece hacer una humilde reflexión sobre algunas cosillas que veo a diario.¿Cuál es la diferencia entre un trabajo joven y fresco y un trabajo maduro pensado y sobrio? En los procesos creativos de cualquier campo (abogacía, arquitectura, ingeniería….) las ideas son lo que priman, y es por esto que a veces no sabemos si desarrollar y formalizarlas o ponerlas en nuestra lista de frivolidades y mantenerlas como tal. Tengo la sensación de que cuando desarrollas una propuesta imaginativa, el germen de ésta es más puro y mantiene el carácter integro de la misma cuando no se intenta formalizar en algo de forma común . Por otro lado cuando estás predispuesto y dirigido hacia un final, una meta, los procesos se desvirtúan tanto que pierden su fuerza imaginativa y se difuminan. Viendo el video colgado por The Mad hatter me hace pensar que las canciones de esa época son malas y muchas carecen de sentido, pero cuanta frescura, libertad creativa y cuanta explosión de ideas.

No me explico por qué los alumnos de los primeros cursos de cualquier carrera entienden, pese a su desconocimiento, el fin en sí mismo de lo que están haciendo, porque un proceso creativo es igual en su base y se va desvirtuando con los tecnicismos y trabas de la realidad en la que vivimos. ¿Y porque lo entienden? Porque esa frescura si está bien dirigida, es lo en realidad innova y crea. Me acuerdo cuando la hermana de Juana nos contaba que muchos de sus amigos de la facultad de bellas artes de alguna parte de Inglaterra se negaban a estudiar historia de la pintura para no verse condicionados en sus procesos creativos. Pues aunque la afirmación me parece una soberana estupidez, empiezo a entender parte de por qué lo decían.

No quiero que la sobriedad y los tecnicismos estampen la creatividad de los que intentamos desarrollar conceptos novedosos, o al menos lo intentamos. Es horrible ver como gente que vale, se mete en el bucle de lo responsable y se olvida de espíritu más moderno. La estúpida postmodernidad. Somos el ejemplo más claro de que el ser creativo debe crecer y fomentar la pasión y no quedarse con esa mitad de nosotros que está sumida en las normas que nuestra cultura nos ha inculcado desde que nacimos. Tendríamos que volver a nuestros comienzos para seguir avanzando y dar a las ideas frívolas y estúpidas la gran importancia que se merecen.

2 comentarios:

paletos_ignorantes dijo...

entiendo lo que quieres decir sobre todo aplicado al arte y la pintura. en otros ámbitos, en concreto en ingeniería, mates, etc. la creatividad no puede existir sin un contexto que te permita saber dónde es necesario innovar y qué se ha intentado antes. en cualkier caso incluso en estas áreas nunca viene mal librarte de dogmas (que también los hay) y encarar los problemas sin prejuicios de vez en cuando.

sleeve_of_wizard

Anónimo dijo...

chapo caballero, me quito el sombrero ante vos.
aunque es cierto lo que dice nando de las carreras con una base tecnica brutal, yo creo hay que meter esa frescura en un tupper-ware y trabajar para que no se eche a perder a lo largo de la carrera, para que una vez tengas la base puedas trabajar con ella.
Yo a veces comparo mi carrera con el proceso de hacer una escultura, son 6 años de recopilar arcilla para que una vez tengas un monton inmenso puedas empezar a quitar trozos y darle forma a lo que te queda.
Phineas