Hoy he llegado a casa a las 8 de la mañana tras una de esas noches en las que empiezas cansado y tienes la impresión de que va a ser una mierda, pero luego fuerzas y fuerzas y fuerzas un poco más y al final efectivamente resulta ser una mierda y cuando llegas a tu coche un viejo enloquecido está denunciándote por haber dejado el coche en su espacio asignado del rastro. El caso es que he puesto la tele y me he encontrado con un pobre hombre con la ropa hecha jirones siendo arrastrado, pateado y corneado al son de los comentarios de un sádico que comentaba la jugada como si fuese un fuera de juego dudoso. Me gusta Madrid en verano.
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