Nos trasladamos al 13 de Noviembre de 1913 en la comarca inglesa de Washoldfoshire. Son las 6 30 am y todos duermen. Todos menos Jack Daffledoe, un honrado ferretero más conocido por su afición a la ornitología. Esa mañana Jack pretende avistar al esquivo pinzón listado de Washoldfoshire, que gusta de revolotear en busca de alimento en los gélidos amaneceres del norte de Inglaterra.
De pronto, Jack se ve deslumbrado por un objeto que surca majestuoso el cielo. Atónito ante tamaño espectáculo, al principio no acierta a sacar la cámara, destinada inicialmente a capturar los movimientos de los pinzones listados pero que de pronto se ha encontrado con un objetivo infinitamente más ambicioso. Para cuando finalmente dispara, el objeto se ha alejado unas decenas de metros. En rigurosa exclusiva, en paletos ignorantes os ofrecemos dicho documento:
No contentos con habernos hecho con este tesoro documental, hemos llevado a cabo un extenso trabajo de investigación. Como bien sabe todo el mundo, con frecuencia al poder no le interesa que accedamos a la información que poseen sobre los más grandes misterios de la naturaleza (el área 51, el monstruo del Lago Ness, el patrimonio de Esperanza Aguirre...). Desde paletos ignorantes, sin embargo, hemos logrado tener acceso a un informe recientemente desclasificado por la NASA que da las claves sobre la espeluznante experiencia vivida por el señor Daffledoe en Washoldfoshire.
Lo que Jack vio en esa fría mañana inglesa, amigos, es algo que nadie había esperado ver jamás. Algo que muchos consideraban una leyenda, un producto de la imaginación de algún conspiranoico, una fantasía sin base real... Aquí tenéis una imagen del mítico objeto una vez aterrizado. Se trata ni más ni menos que de ¡la ética periodística de Íker Jiménez!
